Dermocosmética: El mejor cuidado de la piel

La piel es el órgano más extenso del cuerpo, nos protege, aisla y a la vez comunica con el exterior.

DERMOCOSMÉTICA

EL MEJOR CUIDADO DE LA PIEL

La piel es el órgano más extenso del cuerpo, nos protege, aisla y a la vez comunica con el exterior.

Además, es nuestra carta de presentación hacia los demás.

Cuidarla no es sólo cuestión de belleza, si no de salud.

LIMPIEZA

Para el rostro

Puedes elegir entre geles o jabones, toallitas impregnadas de lociones desmaquillantes, o agua micelar para todo tipo de pieles, incluso las más sensibles.

Para el cuerpo

Elige jabones con tensioactivos suaves, con PH similar al de la piel.

Zona Íntima

La zona íntima es especialmente sensible, y una higiene con productos no específicos puede alterar la flora vaginal, causando infecciones.

Elije cosméticos específicos, delicados y con el PH adecuado.

CUIDADO CAPILAR

Los agentes externos como el sol, los productos químicos, o jabones inadecuados también pueden dañar nuestro cabello y cuero cabelludo.

Existe gran variedad de champús, para permitir no sólo la limpieza del cabello, si no también la aplicación de tratamientos específicos para su cuidado.

Este cuidado se complementa con mascarillas o serums, con mayor concentración de activos.

PROTECTORES SOLARES

Los rayos ultravioletas son la principal causa de envejecimiento cutáneo, por lo que es fundamental el empleo de protectores solares de alta protección, con la textura adecuada a cada tipo de piel y zona de aplicación, aplicarlos en la cantidad suficiente, y renovar frecuentemente.

HIDRATACIÓN

Nuestra piel está cubierta por un manto hidrolipídico que mantiene su hidratación natural, y le aporta suavidad. Con el uso de jabones, o los agresiones externas medioambientales, este manto se debilita, haciendo que la piel se reseque, escame e incluso  pueda llegar a picar y perder su función barrera.

Aplicando cremas o lociones hidratantes, recuperaremos el grado óptimo  de hidratación de la piel, su elasticidad y su confort.

Debemos aplicar emolientes más o menos untuosos, grasos o ligeros, en función de la necesidad de nuestra piel en cada zona o momento.

<< En el caso de pieles sensibles o pieles atópicas, utilizar productos específicos para ellos, formulado sin alérgenos >>

Para cuidar la piel, el cabello y las uñas, no sólo debemos pensar en productos cosméticos, sino en un estilo de vida saludable

1.           Hidratación: Beber al menos 2 litros de agua diarios

2.       Limpieza de la piel diaria: Evita agua muy caliente y usa un jabón adecuado

3.       Ejercicio de forma regular: Mejora la circulación sanguínea y por otra parte, el sudor favorece la eliminación de suciedad de la piel.

4.      Evitar alcohol y tabaco: Hacen que la piel tenga un aspecto apagado, seco y frágil.

5.      Alimentación rica: En frutas y verduras, proteínas de calidad, en cantidad suficiente, sin excedernos y ácidos grasos esenciales omega-3.

6.       Complementos Vitamínicos: Para aquellas personas cuya alimentación no es adecuada, o tienen requerimientos especiales.

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Cuidamos de su salud y le ayudamos a sentirse mejor